OPINIÓN: Jesús
24 de Diciembre de 2025
Todos los años -o casi todos- por estas fechas suelo escribir algo sobre la Navidad. Especialmente para algunos, son unas fechas muy señaladas en el calendario. Pero no para todo el mundo; para mucha gente estas Navidades serán como han sido todas las anteriores: otros días más de penalidades que añadir a los demás del año. Aun así, en cualquier caso, todas las gentes no dejan de centrarse en el nacimiento de Jesús.
Jesús de Nazaret nació pobre y vivió pobre, pero su iglesia -más bien la de sus discípulos Pedro y Pablo- no tiene nada de pobre, ya que, es el mayor conglomerado del mundo en riqueza. El Estado Vaticano tiene más oro que el resto del mundo junto, con infinidad de Iglesias y Catedrales en todos los rincones del planeta, por un valor, sencillamente, incalculable. En el mundo civilizado, no hay un pueblo que no tenga una iglesia, y muchos más de una. Y entre las ciudades más destacadas de medio mundo no deja de haber alguna Catedral imponente, un montón de ellas en España... todas a cuál más populosa y con mayor riqueza. Sin olvidar los mil y un convento esparcidos por todos sitios que también tienen sus riquezas almacenadas.
Esa Iglesia que fundaron Pedro y Pablo -la católica, apostólica y romana- está plagada de curas, obispos, cardenales, y demás miembros de la curia (monjes y monjas incluidos), que, precisamente, no viven en la pobreza como Jesús vivió, viven en la opulencia sin, prácticamente, darle palo al agua. Un "rato" de trabajo al día y luego a leer, a charlar, a comer (la curia es muy glotona) y a ver cómo se las ingenian para recaudar fondos y mantener su magnífico vivir del "cuento" a costa de los impuestos que sufragamos los ciudadanos que ninguno de ellos paga. Incluso se permiten el lujo de intentar dar lecciones de política como es el caso de ahora pidiendo Elecciones Generales porque el Gobierno, dicen, no da la talla y contempla escándalos y despropósitos. Olvidando, ¡Dios nos valga!, los suyos, que si Jesús viviera no permitiría y mandaría a toda la clerigalla enriquecida a hacer puñetas. Según la memoria anual de la Conferencia Episcopal, pertenecen a la Iglesia española ¡3.161! bienes de interés cultural, que es de suponer, dejan sus buenos dineritos a la curia.
La Iglesia católica, la de todo el mundo, para colmo del desatino, alberga una cantidad ingente de pederastas. Destacando, sobre todo, la Iglesia española, donde no paran de salir casos entre todo el clero, al que más bien podríamos llamar, como he señalado más arriba, "clerigalla". Y en muchos caso -demasiados casos, por cierto- tratando de hacer bueno de la manera con más echacantos posible (como diría Quevedo), eso que, al parecer, dijo Jesús de "dejar que los niños se acerquen a mí". Aunque, está más que claro, que Jesús no fue un pederasta como estos que tanto aprovechan su nombre para llenar las alforjas, además. Jesús, si la historia no miente, fue un hombre estrenuo, un gladiador de la palabra, y estos pederastas de ahora, son muy merecedores de ir a la ergástula si todavía existiera y quizás de ser emasculados.
Quiero terminar este escrito recordando unos párrafos de otro escrito mío de enero del pasado año 2024 titulado "Jesús: el "gladiador" de la palabra". Dice así: "Lo de Jesús en la cruz significa el sacrificio de una persona por mantener su palabra ante los que solo pretendían el avasallamiento de un pueblo milenario por la fuerza -como suele ocurrir- sin la razón".
"Para mí, como dice Sabina, "Jesucristo, el primer comunista". Cada vez que leo algo sobre las Navidades, pienso que si verdaderamente existió Jesús, como nos lo cuentan, no era sino un auténtico "Gladiador" de la palabra. Alguien que se enfrentó a los abusos romanos sobre su pueblo y lo hizo, no luchando en ningún circo romano contra otros Gladiadores (nadie olvide la considerada mejor película de romanos "Espartaco" con Kirk Douglas de actor principal inigualable) e incitándolos a la rebelión, sino levantando a su pueblo contra el Imperio mediante la transmisión de la palabra reclamando justicia para los suyos". "Algo que las huestes de imperialistas de todas las épocas jamás han permitido: la palabra siempre ha estado perseguida más si cabe que las propias insurrecciones".
"Como olvidar que los nazis lo primero que hicieron fue quemar todos los libros que les podían hacer más daño que cualquier levantamiento. Y así ha sido desde tiempos inmemoriales, lo cual demuestra que Jesús hace ya más de 2.000 años (si como parece, está demostrado que existió, aunque no como nos lo quieren imbuir los cristianos), fue un predicador que lucía un gran intelecto para convencer a quienes lo escuchaban, de ahí que los romanos decidieran crucificarlo por "rojo" (o como se dijera en aquellos tiempos)". "Su lucha, como un gran "Gladiador" de la palabra, era un gran peligro para el Imperio y, cuando las cosas se ponen así, ya se sabe a dónde conducen".
Feliz Navidad a pesar de todo lo que nos está ocurriendo. Y a ver si el próximo año 2026 es un poco mejor para los más desfavorecidos, aunque tengo poca confianza en que las "cosas" de los de siempre se arreglen, solo un poquito con quienes nos gobiernan ahora, y menos con quienes vendrán después, que, evidentemente, son los mismos. Perros de la misma camada.
Hasta el próximo año, donde quizás hablaremos para empezar del "día de la Dispepsia"