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Los tres novilleros salen a hombros en Badajoz

24 de Junio de 2013

Los tres novilleros salen a hombros en Badajoz

Por Domingo Cáceres Almeida

Extremadura demostró la excelente salud de su cantera tras el buen espectáculo brindado por Tomás Campos, José Garrido y Posada de Maravillas con un encierro de Jandilla que permitió que se lucieran y mostraran todo lo que pueden llegar a ser.

Una buena novillada de Jandilla ha posibilitado el triunfo en el segundo capítulo de la feria taurina de San Juan 2013. Con una entrada algo más floja que en otras ocasiones, la variedad en el toreo de los tres actuantes ha permitido la diversión de los asistentes y el éxito de una terna compuesta por Tomás Campos, José Garrido y Posada de Maravillas, nombres que pueden dar mucho que hablar a otras escalas a medio y largo plazo y que se han repartido un total de siete orejas.

Abrió plaza Tomás Campos y se encontró con un ejemplar áspero y rebrincado. Demostró el temple y la torería que atesora en un buen manejo del capote y en un inicio de faena a dos manos de mucho sabor. Lo intentó por la izquierda y el animal siguió protestando. Por la derecha era peor, ya que tomaba los engaños, pero siempre de manera tosca, sin humillar nunca ni llegar a transmitir.

En el epílogo de la faena se llevó un revolcón del que se levantó al instante. Todo coraje, Campos quiso someter al animal antes de tomar el acero y con la épica como aliada tomó algo de aire la faena. Mató de pinchazo y estocada, suficientes para recibir la primera oreja de la tarde.

En el cuarto volvió a lucirse Tomás Campos con el capote, dejando unas verónicas de recibo y un quite por chicuelinas al paso para dejar al novillo colocado en el caballo que fueron muy aplaudidos.

Demostró muchas cosas en la lidia de su segundo astado, como la colocación y los recursos que tiene dentro. Llevó al novillo embebido con su mano izquierda hasta que se le acabó la gasolina al de Jandilla. El novillo terminó aculado en los terrenos de toriles, y aun así el de Llerena capaz de extraerle cositas antes de ser volteado por dos veces, la segunda al ser prendido al entrar a matar.

Campos toreó poniendo mucho de su parte ante el peor lote de la tarde y en este cuarto logró cuajar una faena de las que llegan a los tendidos aunque no formen un lío gordo. Se llevó otra oreja, una contusión en la rodilla izquierda que no reviste gravedad y una posible rotura fibrilar del gemelo interno izquierdo, según el parte médico.

José Garrido recibió al segundo de la tarde con las rodillas flexionadas y fue desarmado en mitad del saludo capotero. Fue una señal de lo que vendría después. Un animal de embestida brusca, que echaba la cara arriba y que obligó al pacense a acoplarse como pudo y a aguantar miradas, parones y gañafones con tal de lucirse casi siempre por el único sitio posible, con la mano izquierda, con la que logra aun así decir aquí estoy yo y esto es lo que sé hacer. El estoconazo que recetó a su enemigo terminó de decidir al respetable para pedir mayoritariamente la oreja, que fue concedida.

En el quinto, y con dos compañeros que ya habían certificado su salida a hombros a esas alturas, Garrido salió a darlo todo. Recibió en los medios, con el capote a la espalda, y no se cansó de engatusar a su novillo con una larguísima serie de manoletinas, ganándose una gran ovación.

Luego, siguió toreando con gusto con el capote, llevando al novillo a los terrenos de su picador por tafalleras y pidiendo el cambio de tercio tras probar su novillo con dos pares de verónicas. Volvió a los medios para iniciar la faena de muleta con cuatro estatuarios cuajados de remates muy toreros. Instrumentó varias series con la derecha llevando la mano baja, dando el tiempo y el espacio necesario al de Jandilla, que terminó parándose y dejando de colaborar. Con la espada se mostró de nuevo certero y seguro, firmando una gran estocada recibiendo, una de las suertes más difíciles, dignas de nombres de otros tiempos. Dos orejas de ley que aseguraban el éxito de los tres novilleros.

Y por último hay que hablar de Posada de Maravillas. Un chaval con cara de no haber roto nunca un plato que está viviendo un idilio con Badajoz, con su plaza y con su gente. Cuenta por salidas a hombros y tremendos éxitos sus actuaciones en el coso de Pardaleras, la gente le espera, le quiere, y él pone todo de su parte para corresponder. En la tarde de hoy (por ayer) de nuevo pudimos apreciar el catálogo de la casa Ambel Posada.

En el tercero de la tarde, un novillo distraído, corretón, que complicó mucho la lidia, Posada fue capaz de templarlo con la muleta y sacarle primero muletazos de uno en uno, llenando de murmullos los tendidos, para después arrancar tandas muy sentidas con los que terminó de ganarse a la gente. Y la izquierda. Siempre la izquierda, tan importante en el toreo en general y en el de Posada de Maravillas en particular, terminó de armar el alboroto y fue la base de una faena rematada con una buena estocada. Dos orejas.

La sonrisa de Posada de Maravillas, otra de sus señas de identidad, volvió a lucir durante la faena al sexto novillo, el mejor del encierro. De nuevo con la izquierda como mano dominante, como santo y seña de su toreo, el pacense hizo que los olés de su público removieran los cimientos de la plaza con varios naturales en los que pudo colocarse como sabe y como le gusta, con los riñones metidos y la barbilla pegada al pecho. Estaba disfrutando, y a la hora de matar se tiró en corto y por derecho, pero tuvo problemas de colocación con los aceros, llegaron los nervios y perdió la posibilidad de llevarse más trofeos.

La terna de novilleros brindó otra tarde muy entretenida a los que quisieron acompañarles en el coso de Pardaleras. Tres toreros en ciernes, cada uno con su estilo y con su manera de entender el toreo, que se vaciaron para conseguir un éxito que compartieron saliendo juntos a hombros.

Ficha de la corrida:

Plaza de toros de Badajoz. Segunda de feria. Menos de media entrada. Novillada con picadores de la ganadería de Jandilla (bien presentados y de juego variado) para los novilleros:

Tomás Campos: oreja y oreja

José Garrido: oreja y dos orejas

Posada de Maravillas: dos orejas y ovación con saludos