OPINIÓN: Aborto. ¿Puede haber algo más definitivo que la muerte?

El aborto LIBRE mata con la coartada moral y el manto de protección de la falaz libertad a decidir sobre tu propio cuerpo. Nadie impide que te ligues las trompas y seas estéril indefinidamente. Eso sí sería una decisión valiente y consecuente sobre tu cuerpo. Un tatuaje, un corte de pelo, un determinado atuendo, engordar, adelgazar…

Lo otro, la vida, te eligió naturalmente durante meses, sin pedirlo. Un cuerpo como trampolín para convertirse en persona. Generando un vínculo más fuerte que cualquier contrato.

Y digo vida porque el ser concebido, no nacido y escindido del seno materno, jurídicamente no se considera persona. A ese Artículo 30 del Código Civil, me lo tienen mareaíto. Manipulan el lenguaje y el vocabulario para blanquear, como de costumbre.

Científicamente se trata de vida en proyecto de persona; por mucho que no haya acuerdo unánime sobre su nombre o sobre la fecha en que aparece el alma. Lo cierto es que si no se manipula o interviene, el embrión llega a término y acaba desprendiéndose del huésped. Qué más dará el nombre…

Que bien suena eso de interrupción voluntaria del embarazo, ¿verdad? Náaa hombre; que no es aborto, es una interrupción voluntaria. Como si se tratara de un pulsador de la luz. ¿Puede haber algo más definitivo que la muerte? O nos creemos entonces que si le damos a la palanca para arriba resucita.

Sin maniqueísmos. Ni apología, ni prohibición por sistema. Estudiar el caso concreto y sus circunstancias, alternativas y cumplimiento de la Ley. Nos guste o no, la Ley es Ley.