13 Octubre 2025
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OPINIÓN: Tranquilos, la Central Nuclear de Almaraz no se cerrará

MANUEL CALDERÓN CARRASCO

13 de Octubre de 2025

OPINIÓN: Tranquilos, la Central Nuclear de Almaraz no se cerrará

 

Llama la atención la rasgadura de vestiduras y los llantos y lamentos de Junta de Extremadura, Diputación de Cáceres, ayuntamientos del Campo Arañuelo, empresarios variopintos y partidos políticos, como PP, PSOE y VOX ante el decretado cierre de la central nuclear de Almaraz (CNA).

 

Quienes formamos FONDENEX, antes bajo otras siglas, llevamos denunciando los problemas técnicos de los reactores y generadores de vapor de la CNA desde 1979, y nunca se nos desmintió lo que afirmábamos, porque, nuestro equipo de ingenieros industriales, de caminos, químicos, físicos, biólogos, genéticos, economistas, médicos, etc, se basaba siempre en hechos probados y comprobables, tanto que hasta el propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) abrió expedientes a los propietarios de la CNA ante nuestras denuncias.

 

Toda la historia de la CNA es muy curiosa, interesante, singular y paradójica. Pero olvidándonos de aspectos técnicos, que son interesantísimos y preocupantes, vamos al "charco" donde nos quieren llevar a mojarnos los que apoyan que esta instalación siga funcionando, unos por intereses personales y otros porque al rendir pleitesía al poder y a las empresas eléctricas, que esperan recibir alguna dádiva, aunque hay casos curiosos, como el del Secretario Regional del PSOE, Sr. Gallardo, que, sin tener conocimientos técnicos para ello, no duda en asegurar que la CNA es segura y que los accidentes nucleares solo se han producido en instalaciones militares… Pero ¡si es el PSOE nacional el que ha decidido cerrar la CNA!

 

Y el caso de la Presidenta de la Junta, Sra. Guardiola, causa en FONDENEX gran tristeza: se comporta como presidenta de solo una parte de los extremeños, los pronucleares, cuando lo tiene que ser de todos, porque los antinucleares, somos tan extremeños como aquellos, y puede, que aunque estuviéramos equivocados, busquemos sinceramente lo mejor para nuestra tierra. La Sra. Guardiola está muy mal asesorada y eso le hace decir muchos disparates sobre la CNA, impropios de su alta representación.

 

El mejor indicador de la marcha de un territorio en cuanto a bienestar social de los ciudadanos y expectativas futuras se refiere, es el aumento de la población, o dicho de otra manera, la falta de pérdida de población, la gran lacra de Extremadura: en 1960 éramos 1.406.329 habitantes, y actualmente, poco más de un millón, 1.052.190 (abril 2024). Es decir, en poco más de 60 años, hemos perdido casi la tercera parte de nuestra población. Y esto a pesar de planes de regadíos, industrias transformadoras y… la CNA.

 

La CNA se empezó a construir en 1972 comenzando a funcionar en 1981 (Unidad I) y 1983 (Unidad II). Pues el Campo Arañuelo no se ha convertido, por desgracia, en la locomotora de Extremadura. En 1960 la población era de 33.587 habitantes; en 1970, ya con el inicio inminente de la construcción de la CNA, 29.429, y en 2021, después de casi 50 años de funcionamiento de la planta atómica, los habitantes de la comarca eran 34.431, prácticamente igual a 1960.

 

De los 20 pueblos del Campo Arañuelo, solo tres han incrementado su población: Saucedilla y Talayuela (por motivos ajenos a la CNA), y Navalmoral de la Mata. ¿Y Almaraz? Esta localidad tenía en 1960, 2.009 habitantes, y en 2021 1.700, siendo su término quien acoge a la CNA, 300 habitantes menos que antes del "revulsivo" nuclear. ¿Y Navalmoral de la Mata? En 1960, 9.060 personas. En 2.021, 17.045, pero con una observación importante: en 2011 la cifra era de 17.266, es decir, funcionando la CNA, en 10 años, se ha perdido población.

 

Argumentar que con el cierre de la CNA la comarca se colapsará, es una falacia. Se cerraron diversos altos hornos en España, factorías de automóviles, fábricas de cemento… y nada se colapsó. Sencillamente, la economía se diversificó y se adaptó a las nuevas circunstancias, con mejor o peor fortuna.

 

La CNA produce unos 16.900 GWh y si se considera el precio final medio de la demanda nacional del sistema eléctrico español para 2021, 118,62 Euros/MWh, ello supone unos ingresos para las compañías eléctricas de unos 2.000 millones de euros al año, el 10 % del PIB de Extremadura.

 

Según un estudio realizado por la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Radiactivos, los ayuntamientos de la zona dejarán de percibir unos 15 millones de Euros anuales, o lo que es lo mismo, el 0,0075 % de los ingresos que tienen los propietarios de la CNA. Estos son los impuestos directos sobre el territorio, y no se consideran los estatales o la jugosa "tajada" de las sedes fiscales de los operadores (fuera de Extremadura). Es decir, el impacto fiscal que una industria tan potente tiene en nuestra región, es ridículo.

 

Pero que ningún político se preocupe, ni tampoco ningún empresario: la CNA no se va a cerrar, y estará abierta miles de años, eso sí, sin producir energía eléctrica… la que se llevaba fuera de Extremadura. Pero seguirá generando radiactividad, que esa sí se quedará aquí, como decimos los extremeños, "pa los restos".

 

No hemos oído a ningún político hablar de los posibles efectos de las radiaciones sobre los habitantes del entorno (hay estudios), de la polución con isótopos radiactivos del aire (hay datos contundentes), de la contaminación por agua radiactiva del embalse de Torrejón (admitidos por el Gobierno Central) o sobre la idoneidad del PENCA (Plan de Emergencia Nuclear Exterior a la Central Nuclear de Almaraz), pues todo esto es mucho más importante que un teórico efecto económico negativo. Pero ni la CNA ni sus palmeros se atreven a debatir sobre ellos. Sencillamente, tienen miedo.