25 Julio 2025
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OPINIÓN: ¿Hay un pirómano en Badajoz?

OPINIÓN: ¿Hay un pirómano en Badajoz?

 

Los incendios ya no son solo una tragedia de cada verano: se han convertido en una sombra constante que recorre algunos puntos de Badajoz, especialmente sus zonas más vulnerables. Lo ocurrido este miércoles en la urbanización de Tres Arroyos ha reavivado una sospecha que circula desde hace tiempo entre vecinos, cuerpos de seguridad y responsables municipales: ¿estamos ante una sucesión de casualidades, o ante algo más inquietante?

 

Es difícil no mirar con preocupación los fuegos repetidos en Sancha Brava, una de las zonas más afectadas en los últimos días. Porque cuando la vegetación arde una y otra vez, cuando el patrón se repite, cuando el viento es propicio, cuando el entorno es el mismo… cuesta creer que todo obedezca al azar. Y aunque no se puede afirmar con rotundidad que exista un pirómano actuando en las afueras de Badajoz, la posibilidad está sobre la mesa. Una posibilidad tan grave que merece toda la atención pública e institucional.

 

El daño va más allá del humo visible. Detrás de cada incendio hay un riesgo real para viviendas, para personas que viven cerca, para animales, para ecosistemas enteros. También hay recursos públicos movilizados, bomberos que se juegan la vida, patrullas que pierden horas en contener lo que alguien -quizá- ha querido provocar. ¿Con qué fin? Solo quien incendia deliberadamente sabe responder a eso. Pero lo que sí podemos decir es que nada justifica la destrucción gratuita de lo común.

 

Es momento de pedir a la ciudadanía que no mire hacia otro lado. Si alguien ve algo sospechoso, que lo denuncie. Si se escucha un comentario fuera de lugar, si se detecta un comportamiento extraño cerca de zonas verdes, si alguien ronda donde no debe, hay que actuar. La colaboración ciudadana puede ser la diferencia entre un conato y una tragedia.

 

No se puede permitir que el miedo se instale entre quienes simplemente quieren vivir tranquilos en su entorno. Proteger Badajoz no es solo tarea de quienes apagan el fuego: es tarea de todos evitar que se encienda.