OPINIÓN: Huele a quemado
21 de Agosto de 2025
Sales a la calle, notas una luz singular, una calima que no lo es y es que huele a quemado. Extremadura y otros muchos puntos de España se están quemando.
Es lamentable observar cómo en todos los medios de comunicación hay gente con la ropa limpia diciéndonos que hacen todo lo que pueden para apagar los incendios. Es vergonzoso escucharles decir que no tienen medios suficientes para combatir unos incendios provocados y, acto seguido, le echan la culpa a una emergencia climática que al parecer solo se produce en Extremadura, Castilla y León y Galicia.
Es vergonzoso ver cómo están usando este desastre, la desgracia y el sufrimiento de la gente, para tener unos minutos de gloria en la televisión, minutos de televisión que luego se usarán para hacerse publi reportajes minuciosamente elaborados y colgados en todas las redes sociales, no sea que la oposición diga algo que pueda restarles votos. Da pena escuchar a decenas de expertos con discursos elaborados desde las sedes de partidos políticos, culpando de lo ocurrido a su rival político para sacar rédito de la desgracia de la gente.
Pero, quizás, lo más grave de todo, es lo que han hecho los 'ecoterroristas' ideológicos desde sus despachos. Gente que no han pisado el monte jamás y que ocupan puestos de relevancia por su ideología política, gente que en lugar de contar con la sabiduría de nuestros ganaderos y agricultores para elaborar planes de prevención, han inventado prohibiciones que hoy son las culpables de la magnitud de los incendios que estamos viendo. Esas leyes que prohíben a nuestros ganaderos limpiar el monte con sus cabras, como hacían antiguamente y además gratuitamente, la incapacidad de poder desbrozar y de limpiar el monte unido a la nula gestión durante años de nuestros impuestos, han llevado a no existir una buena gestión forestal, ha llevado a no haber bomberos forestales suficientes y los que hay estén en unas condiciones precarias.
Esta incompetencia de nuestros políticos, les hacen responsables directos de todo lo que está ocurriendo. Esta nula gestión durante años nos pasa factura hoy, pero sobre todo, se la pasa a aquellas personas que han perdido sus tierras, sus cultivos, su ganado y sus casas. Mientras esto ocurre, los que apagan incendios con la ropa limpia hablan de hacer bla-bla-bla en las próximas semanas cuando ya no habrá fuego gracias a la UME, los bomberos forestales y la propia gente que intenta salvar el monte, sus tierras y lo poco tienen; en las próximas semanas si no hay un plan de vigilancia en el campo, un desalmado volverá a meterle fuego al monte y volverán a aparecer en televisión culpando al desalmado ese encubriendo así la nula gestión que llevan haciendo durante años.
Dice el refrán: “agua pasada no mueve molinos”.
Así es, a lo ocurrido no podemos ponerle solución, a lo que vendrá sí y ese debería de ser el camino a seguir por todos los grupos políticos. Todos deberían de hacer un ejercicio de sensatez y sentido común para elaborar planes a futuro que solucionen la vida de la gente. Al fin y al cabo ese es el trabajo de un político.
Después de escribir esto, yo también lo pensé. “Lo tenemos claro entonces”.
Sea como fuere el campo debería de gestionarlo quien vive en él y sabe de campo y no los que gestionan desde despachos. Tan mal no lo estaban haciendo los agricultores y ganaderos viendo el resultado del trabajo de los que están haciéndolo ahora.
Solo dejando a la gente del campo al frente de los planes de prevención en materia forestal ya ganaríamos una batalla a futuro contra el fuego, si le unimos más bomberos forestales que antes del verano limpien de combustible el campo, dotamos de más medios de extinción comprados con nuestros impuestos y elaboramos un plan de vigilancia del campo frente a los pirómanos; si hacemos eso, el año que viene por estas fechas seguro que nos levantamos un día con calima que no lo es, con una luz singular y con el olor a quemado, pero mucho menos e incluso, quizás nada.