13 Diciembre 2024
2 . 054 . 114 lectores

OPINIÓN: Un error que puede enterrar a los Oliver en Badajoz

OPINIÓN: Un error que puede enterrar a los Oliver en Badajoz

Familia Oliver, padre e hijo, junto al escudo del CD Badajoz / Archivo

 

Voy a ser muy claro: los Oliver han cometido una cagada monumental. Con la supuesta imposición -según el CD Gévora- de unas condiciones desorbitadas para que se jugase el partido de Copa del Rey contra el Real Betis Balompié en el Nuevo Vivero, se han echado a toda una ciudad encima y les puede salir muy caro.

 

Parece que el CD Badajoz, a quien representa -guste más o guste menos- el grupo LANUSPE, no puede estar una semana tranquilo. Da igual cómo funcione el equipo en lo deportivo, que siempre hay algo que tuerce el escenario. Sin embargo, parece que la mayoría de veces son ellos los que buscan el problema. Ocurrió por ejemplo con el corte de la electricidad por no abonar la luz, también con las deudas a la Seguridad Social y luego con el intento de aplazamiento del cuarto pago de las acciones a Joaquín Parra.

 

Con la nueva problemática surgen varias alternativas. Y es que el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha sido muy claro en redes sociales tras el comunicado del Gévora: “Punto de inflexión. Tremendo esto”. ¿Qué significan estas palabras? Pues, aunque no lo ha quedado claro, todo apunta a que afectará a la próxima renovación del convenio del estadio.

 

Hay que recordar que el Nuevo Vivero es de Badajoz, no del CD Badajoz. Es de la ciudad, no de los actuales dirigentes. El Ayuntamiento lo cede para que juegue el equipo más importante de su ciudad, pero no quiere decir que esté obligado a hacerlo. De hecho, teniendo en cuenta la cantidad de mensajes que ha recibido en contra Luis Oliver en las últimas horas, estoy seguro de que, si Gragera tuviera que actuar en caliente, los echaría de allí de inmediato. Por lo pronto, podrá hacerlo en diciembre, que es cuando acaba la actual firma.

 

También hay que señalar que el Ayuntamiento ha ofrecido ejecutar una cláusula que hubiera obligado a la propiedad a aceptar que se jugara allí el partido y el Gévora se habría negado al creer que los primeros que deberían estar de acuerdo tendrían que ser los dirigentes del club.

 

En definitiva, repito: estamos hablando de un error monumental que podría enterrar a LANUSPE al menos de cara a la afición y a la población pacense. En apenas dos meses sabremos qué ocurre. 

 

Y todo transcurre en un momento en el que podrían tener sustituto directo. Hablamos del dueño de la mayoría de las acciones hasta que se las vendió "obligado" y "engañado" a los Oliver, según ha expresado en varias ocasiones. Joaquín Parra ha manifestado que quiere volver y sería una oportunidad de oro para su proyecto.