Posible ciclón subtropical en el Atlántico en enero, algo inusual ¿Afectará a España?

El Centro Nacional de Huracanes está monitoreando una borrasca en mitad del Atlántico con características un tanto particulares, que podría llegar a convertirse en un ciclón subtropical. Este es un hecho muy poco común en pleno invierno en aguas del Atlántico!

Se está hablando mucho estos días de una borrasca que hoy día se encuentra en mitad del Atlántico y que ‘amenaza’ con adquirir propiedades tropicales o subtropicales, ya que se mueve hacia latitudes más bajas, donde la temperatura superficial del océano y el escaso viento en capas altas pueden ayudar a dicho proceso.

Todo ello en pleno invierno boreal, cuando la actividad ciclónico-tropical en el Atlántico debería estar en un profundo sueño hasta la nueva temporada.

Por ahora no se ha reconocido oficialmente que este sistema tenga características tropicales, aunque sí podemos confirmar que ya posee un núcleo de aire cálido en su interior, lo que caracteriza a este tipo de borrascas.

Sin embargo, y como se puede ver en la imagen superior, esta baja todavía posee un sistema de frentes (uno frío y otro cálido) y hasta que no consiga desprenderse de ellos y desarrollar tormentas en torno a su centro, seguirá siendo una borrasca común, pero con esa cierta subtropicalización que ya está teniendo lugar.

Además, en la misma imagen de satélite también podemos ver esa nubosidad circular hacia su centro, que poco a poco parece querer cerrarse y organizarse a modo de ojo, aunque de forma muy puntual.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Florida, da un 40% de probabilidad de que pueda llegar a convertirse en un ciclón tropical, en cuyo caso pasaría a llamarse oficialmente ‘Alex’.

Según las previsiones del CNH, en los inmediatos días continuará su camino -casi a la deriva- hacia el sureste de su posición actual, adentrándose en pleno Atlántico subtropical donde las temperaturas oceánicas rondan los 23ºC; no son temperaturas demasiado altas, por lo que este sistema no debería llegar a convertirse en algo más que una borrasca muy activa y con esas características tan particulares.

Ni que decir tiene que, con esas condiciones, la posibilidad de un huracán es físicamente imposible, ya que no existen ni el calor ni la energía suficientes como para llegar a desarrollarlo.

Aún así, cabe destacar que este sistema puede -y de hecho ya lo hace- asociar vientos muy fuertes en mar abierto, con rachas equivalentes a las que se producen en una tormenta tropical o incluso de fuerza de huracán, pero, insistimos, no se trataría de ninguno de estos fenómenos.

-¿Podría afectar de alguna manera a España? ¿Quizás a Canarias?

Aunque todavía no se puede asegurar su trayectoria final, lo más probable es que esta borrasca no consiga avanzar tan al este como para alcanzar al archipiélago canario, ya que, a la vez que éste se desplaza hacia el Atlántico Oriental, una región de alta presión ascenderá desde el sur de Canarias, evitando que ni siquiera el frente de esta borrasca alcance al archipiélago, tal como se ve en la animación superior.  Todo esto tendrá lugar entre las jornadas del martes y jueves de esta semana.

Además, también evita su acercamiento la propia fuerza que ejerce la enorme circulación de vientos secos que avanza desde el interior de África hacia el Atlántico.

Lo que sucede justo después es donde se centra la mayor incertidumbre respecto a su rumbo final, pues es el momento en que esta borrasca se reintegra en la circulación general (es decir, pasa de estar aislada en el Atlántico y sin un rumbo fijo, a ser absorbida por la circulación de vientos que alberga a la mayoría de borrascas, ubicadas en latitudes más altas).

Así, lo más probable según las últimas actualizaciones de los principales modelos meteorológicos es que esta borrasca tome rumbo al norte a partir del jueves, siendo absorbida en las proximidades del archipiélago de las Azores, produciéndose por allí el paso de una borrasca muy activa entre el jueves-viernes, con lluvias y vientos que probablemente dejen algunos problemas.

Mientras, tanto el archipiélago canario como la Península Ibérica quedarían totalmente al margen de esa situación, con tan sólo algunas precipitaciones débiles hacia el oeste y norte peninsular durante el fin de semana debido al acercamiento del frente frío residual de esa borrasca; nada especial.

Lo que sí se podría notar de este particular sistema de bajas presiones atlántico es la llegada de mar de fondo a las costas occidentales de Canarias y la península, con cierto oleaje. Por tanto, en principio no parece que esta borrasca represente un peligro potencial para España.