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Carla vuelve a casa con un corazón incompatible

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16 de Febrero de 2018

Carla vuelve a casa con un corazón incompatible

Ya ha vuelto a casa Carla, la primera bebé española que ha recibido un trasplante cardiaco incompatible debido a que la donación procedía de una persona con un grupo sanguíneo diferente al suyo.

Carla es una extremeñita cuya corta existencia, hasta ahora, se ha caracterizado por graves problemas de salud.

DESDE ANTES DE NACER

Ya antes de nacer, cuando aún se estaba formando en el útero de su madre, Manoli, le fue diagnosticada una malformación cardiaca de carácter grave, pues no se le estaba desarrollando el ventrículo izquierdo del corazón.

Tan pronto como se conoció lo que le estaba ocurriendo a Carla incluso antes de nacer, su caso fue derivado al hospital ‘Gregorio Marañón’ de Madrid, considerado centro hospitalario de referencia nacional en el tratamiento de cardiopatías congénitas y trasplantes cardiacos infantiles.

El hospital tiene centenares de profesionales, tanto titulados en Medicina como personal sanitario, especializados en la aplicación de las técnicas más vanguardistas para dichos trasplantes.

De controlar la parte final de la gestación y el nacimiento de Carla se encargaron los médicos del ‘Gregorio Marañón’.

El alumbramiento fue programado para que Carla, como todos los bebés que sufren este tipo de problemas, pudiera ser controlada desde que tomó la primera bocanada de aire e incluida, desde ese mismo instante, en la lista de personas a la espera de recibir un trasplante de corazón.

OPERADA A LOS POCOS DÍAS

Pocos días después de nacer, Carla fue sometida a una intervención para estabilizar el funcionamiento de su corazón. Fue un éxito y la bebé pudo salir de la unidad de cuidados intensivos en la que estaba desde su llegada al mundo.

Sólo unos meses después, cuando Carla tenía cinco, surgió la posibilidad de recibir un implante y en el hospital ‘Gregorio Marañón’ activaron el protocolo necesario para intervenir a Carla, que por esos días sólo pesaba cinco kilogramos.

CUATRO HORAS EN EL QUIRÓFANO

El trasplante se realizó el día 9 de enero. Fue un regalo de Reyes, algo tardón, pero muy bien recibido tanto por Carla como por su familia.

La operación para cambiar el corazón de Carla duró cuatro horas. Y todo fue bien.

A pesar de la existencia de lo que se conoce como una incompatibilidad de tipo ABO, como se denomina al sistema de denominación de los grupos sanguíneos, el trasplante ha sido un rotundo éxito y unos 35 días después del implante cardiaco el hospital le ha dado el alta, encontrándose la pequeña Carla ya en Extremadura.

SIN RECHAZO

En el caso de los trasplantes infantiles de corazón existen algunas dificultades añadidas, a las que habitualmente se dan en los trasplantes de adultos. En primer lugar, el número de donaciones es menor, además, es necesario que no exista demasiada desproporción entre el desarrollo físico de la persona donante y la persona receptora, con el fin de que el órgano trasplantado quepa en la caja torácica que lo alojará y pueda funcionar sin problemas de espacio o de capacidad de bombeo de sangre.

Pero a todo ello se suma un inconveniente más en el caso de Carla: el órgano donado es de un grupo sanguíneo distinto al suyo.

En las personas adultas, esta diferencia prácticamente impide el trasplante, pues el cuerpo receptor identifica al nuevo corazón como un órgano intruso y lo rechaza. Lo que se conoce como rechazo agudo.

Los bebés tienen una característica que evita el rechazo: hasta los quince meses no se le desarrollan los factores que lo originan.

Por lo tanto, en principio Carla, que ya ha cumplido su primer semestre de vida, podrá desarrollarse con normalidad, aunque para bien y para mal, su vida estará marcada por el corazón implantado en el hospital ‘Gregorio Marañón’, de Madrid.

En cualquier tratamiento médico u operación quirúrgica que pueda necesitar en el futuro se deberá tener en cuenta que vive gracias a un corazón cuyo grupo sanguíneo es distinto al que originalmente tiene.

Alguien pensará que es un milagro, aunque es más correcto reconocer lo valioso, aunque resulte caro, que es contar con profesionales, medios y centros preparados para desarrollar y aplicar las técnicas más vanguardistas. Merece la pena apostar por el desarrollo. Está en juego la sonrisa de ángeles como Carla, la felicidad de sus familiares y la confianza de muchísimas personas.

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