Denuncian el estado de las calles de Mérida: "Si te descuidas, te cubren de excrementos"

El Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX) ha denunciado el estado de las calles de Mérida, que “nunca han estado tan sucias”. 

“El ser humano necesita para vivir un medio ambiente adecuado, que le brinde seguridad física y que le garantice salud frente a factores agresivos, químicos, físicos y microbianos”, señalan. “Cuando una urbe es pasto de la suciedad, con sus calles llenas de residuos de todo tipo, de excrementos de perros y palomas, de manchas en el pavimento de los productos más variados, cuando al caminar en vez de ir mirando al frente, que es lo normal, hay que ir mirando al suelo, algo falla”. 

Además, apuntan que “si el pavimento está seriamente deteriorado, con terrazos sueltos, que se mueven al pisarlos, que están por encima o por debajo del nivel normal de la calle, que cuando llueve, al llenarse los huecos de agua, mojan a todos los viandantes, y lo que es más importante, provocan caídas de personas, en especial, los mayores, el fallo es más grande”. 

Por otro lado, denuncian manifiestan que no es solo en el centro, pues “es peor en el extrarradio y barriadas. Es un clamor ciudadano, algo que no se puede negar porque es más que evidente”. 

Así, FONDENEX expone algunos ejemplos, como la recién renovada Puerta de la Villa “con pavimento recién estrenado, una superficie porosa donde todo lo que cae se absorbe y no hay forma de quitar, aunque las máquinas pasen decenas de veces, había más de medio centenar de pavimentos alternativos que no tenían este problema”. En este sentido, exigen una aclaración a la decisión tomada. “Alguien tendría que dar una explicación técnica”. 

Por su parte, la calle Santa Eulalia, principal calle de la ciudad, “está en un estado absolutamente vergonzoso, impropio de una ciudad como Mérida. Los terrazos machacados, las planchas de metal de teléfonos y de electricidad, en estado terminal en muchos casos, los márgenes de la calle, llenos de excrementos de palomas y si uno se descuida, te cubren de ellos”. 

En la Plaza de España “los terrazos parecen quesos gruyere de la cantidad de agujeros para anclar instalaciones de eventos varios, lo que hace que el pavimento sea realmente peligroso”. En este contexto, aseveran que “una ciudad es para hacer la vida agradable a sus habitantes, no solo para espectáculos de ‘pan y circo', que en la época de los césares de Roma se explicaba, según Juvenal, para que los ciudadanos se olvidaran de la política. En el siglo XXI, esto no tiene sentido”. 

En definitiva, expresan que “Mérida es una ciudad, no 'históricamente limpia', sino actualmente sucia, y en algunas zonas, muy sucia. Pero, además, peligrosa para los viandantes, que tienen que sortear múltiples obstáculos para no acabar en el hospital”. 

“Menos historias de 'zona de bajas emisiones' ficticias, porque Mérida tiene la mejor calidad del aire de las ciudades de Extremadura, y más limpieza y restauración de las calles”, concluyen.