El joven extremeño Pedro Godoy se consolida como una de las grandes promesas del enduro español

Pedro Godoy, un cacereño de tan solo 14 años, se ha convertido en uno de los nombres más prometedores del enduro español. Su historia comenzó cuando apenas tenía 6 años, la edad mínima para competir, y desde entonces no ha dejado de acelerar hacia el éxito. Solo un año después de empezar, la Federación Extremeña de Motociclismo lo reconoció como multicampeón por sus títulos en 50cc, presagiando lo que estaba por venir.

El joven piloto reconoce que gran parte de su motivación nace de su ídolo, el catalán Josep García, referente mundial del enduro con siete títulos mundiales en su palmarés. “Siempre me ha gustado ver sus carreras, cómo conduce. Quiero ser como él”, confiesa Pedro a 7Días, resaltando que sigue cada movimiento del campeón con admiración y ambición.  

A pesar de su corta edad, Godoy acumula un palmarés sorprendente: siete veces campeón de Extremadura, tercero en el Nacional de Enduro Infantil de España y octavo en el ranking europeo. Un camino ascendente que demuestra que su talento no entiende de límites. 

Este mismo año ha vuelto a brillar. Hace apenas unas semanas, se proclamó subcampeón de España en Cross Country tras su participación en Jerez de los Caballeros. Para él, fue “una carrera como las demás”, una prueba más dentro de la exigencia habitual, aunque admite que este logro le ha llenado de orgullo: “Cuanto más arriba llego, más satisfacción tengo”. 

Detrás de cada triunfo, se esconde una rutina férrea. Pedro entrena martes, sábados y domingos, combinando “mucho entreno y mucha moto” con el compromiso de no descuidar sus estudios. “Me quedo todas las tardes estudiando, así cuando tengo entrenos ya lo llevo todo sabido y me resulta más sencillo”, explica con una madurez que sorprende a su corta edad.

Su próxima meta ya está marcada en el calendario: pelear por el título de campeón de Portugal este próximo sábado en el país vecino. Aunque sueña con convertirse en un referente del enduro nacional como su ídolo, prefiere vivir el día a día y celebrar cada pequeño paso. Eso sí, en su horizonte brilla un sueño de largo recorrido: competir algún día en el Mundial de Enduro. 

Para quienes quieran seguir sus pasos, Pedro tiene un mensaje claro y cercano: “Que disfruten mucho y se apoyen siempre en sus seres más queridos”. Un consejo nacido de la experiencia de un joven que, con esfuerzo y pasión, va abriéndose camino entre los grandes del mundo del enduro.