La plantilla del CD Badajoz se declarará en huelga si no solucionan la situación

La crisis en el CD Badajoz se agrava tras el bloqueo de su inscripción en Tercera RFEF por parte de la FIFA. Después de que el club comunicara el sábado la imposibilidad de disputar su primer encuentro liguero, este domingo ha sido el cuerpo técnico el que ha salido a dar la cara, denunciando un “bloqueo arbitrario” que consideran inaceptable.

“Nosotros hemos cumplido nuestro trabajo. No solo nosotros estamos sufriendo este bloqueo, sino también la cantera”, señalan los responsables del banquillo blanquinegro, que denuncian haber sido marginados e ignorados en un proceso que califican de desigual y contrario a los valores del deporte. La plantilla, unida al club, ha anunciado que si el próximo jueves 12 de septiembre no se resuelve la situación, se declararán en huelga indefinida hasta que puedan volver a competir.

El vestuario ha querido trasladar un mensaje directo a los aficionados: “Estamos todos juntos frente a esta injusticia que afecta a la plantilla, a la ciudad y a la afición. Les pedimos que no nos dejen de lado para salir de esta todos juntos”. Sin embargo, el enfado de la hinchada se ha hecho evidente: para esta tarde está convocada una concentración a las puertas del estadio en protesta contra la propiedad y los problemas que arrastra el club desde hace años.

Javier Peña, responsable de la gestión diaria del Badajoz, ha insistido en que el club entregó en tiempo y forma toda la documentación requerida. “En cinco días da tiempo de sobra para comprobarlo. Han cerrado el chiringuito el mismo viernes y no sabemos nada más. Similar a este caso nunca ha pasado, hay un silencio administrativo que no nos está permitiendo competir”, afirma, advirtiendo que si la situación se repite, “el Badajoz desaparecerá de la competición”.

Mientras la incertidumbre crece, el club insiste en que ya ha conformado una plantilla competitiva para que la afición disfrute en el campo. Sin embargo, el tiempo juega en contra y la presión aumenta a medida que se acerca el 12 de septiembre, fecha límite marcada por jugadores y cuerpo técnico para resolver un conflicto que mantiene en vilo a los aficionados.