La oruga procesionaria puede traer graves consecuencias a tus mascotas

El comienzo de la primavera trae consigo la aparición de la llamada ‘oruga procesionaria’, insecto que supone un gran peligro para las mascotas. Además, en los últimos años, el calentamiento global ha dado lugar a la temprana manifestación de una de las plagas más comunes en las zonas mediterráneas, la ‘procesionaria del pino’.

La procesión de estas orugas se lleva a cabo en el momento en el que bajan del árbol para buscar un espacio en el que transformarse en crisálida y, después, en mariposa. Este proceso suele tener lugar entre marzo y finales de mayo, aunque el fin del mismo puede variar por las temperaturas.

La oruga procesionaria se puede encontrar en parques, urbanizaciones o jardines donde existan distintas variedades de pinos. Debido a la dificultad para las personas de identificarlas, los especialistas recomiendan mantenerse alejados de estos lugares.

Cada año, un número elevado de individuos visitan al veterinario por la entrada en contacto de sus animales con este insecto y sus mucosas, que puede causar graves afecciones e incluso su fallecimiento, especialmente en perros y gatos.

Expertos aconsejan llevar una botella de agua caliente y una jeringa para lavar a presión la zona, ya que el calor desactiva la toxina. También es importante acudir al veterinario para que se trate lo antes posible, y tener en cuenta que puede dar reacción alérgica a las personas.