Plantean disolver el Patronato de Tauromaquia para dedicar los fondos a una cuestión clave

La Fundación Franz Weber ha propuesto que la partida presupuestaria dedicada al Organismo Autónomo Patronato de Tauromaquia de Badajoz, participado por la Diputación Provincial, sea suprimida y en su lugar se oriente esta cantidad a la creación de un programa escolar sobre Educación en la no violencia, para prevenir conductas de crueldad entre iguales, familias, adultos e incluso animales, como herramienta para combatir también el "bullying". 

Esta medida, de mucho mayor impacto que subvencionar una escuela de maltrato animal para niñas y niños, supondría un compromiso real del organismo provincial con las generaciones más jóvenes y también un dique de contención ante determinados comportamientos que se pueden producir en entornos familiares y educativos. La ONG lo tiene claro: Un programa educativo que llegaría a decenas de centros escolares y miles de menores frente al reducido grupo de chavales que practican el maltrato de animales en esta "escuela taurina". Son 1,6 millones de euros cuyo fin ahora es promover estas prácticas nocivas.

Los naturalistas recuerdan su principal argumento para rechazar esta subvención directa: El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha realizado recomendaciones contrarias la tauromaquia en los últimos años. En 2018 pidió al Estado español evitar la participación o presencia de niños y adolescentes:

"Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia."

En agosto de 2023 el organismo de expertas y expertos incluyó una referencia similar en el Comentario General nº 26, en su apartado G) sobre el "Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia", dirigido a todos los Estados parte:

"Los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales."

FFW señala que los menores, con tan solo 14 años, pueden participar en las llamadas "clases prácticas" e incluso con menos edad en los llamados "tentaderos" que se realizan de forma familiar o privada, donde ejercen el maltrato y pueden visualizar la violencia sobre los bóvidos.

Una actividad extraescolar muy costosa para el erario público y sin futuro alguno.

Además, como formación no reglada tampoco ofrece una salida profesional real ni digna, sabiendo que existen numerosos ciclos formativos homologados en diferentes ramas que ofrecerían un empleo digno, no el de matar novillos o toros en plazas.

La realidad es que sin la ayuda de la Diputación de Badajoz la pervivencia de una "escuela taurina" y sus actividades asociadas es prácticamente una quimera, dado el nulo interés de las familias por este tipo de pseudoeducación.