Podemos rechaza las políticas energéticas del Gobierno

La diputada de Podemos Extremadura, Jara Romero, que participó ayer en la localidad lusa de Portalegre en una jornada organizada por el Grupo Parlamentario Los Verdes, tendió la mano a Portugal para continuar exigiendo el cierre de Almaraz  y apostar conjuntamente por el desarrollo de energías renovables a ambos lados de La Raya.

Durante su intervención en la audiencia pública manifestó el rechazo de Podemos a las políticas energéticas del Gobierno de España y que se haya previsto la construcción del ATI sin tener en cuenta a Portugal y sin tramitar la declaración de impacto medioambiental transfronteriza.

La diputada extremeña recordó las iniciativas parlamentarias y los actos secundados por Podemos Extremadura en relación a Almaraz y el almacén temporal lamentando que pese a solicitarse la comparecencia en la Asamblea extremeña del Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear para que diera cuenta de los numerosos incidentes registrados en la central, éste no asistió.

Ante el auditorio portugués, Jara Romero explicó que Podemos está exigiendo un calendario para el  cierre de Almaraz, petición a la que se niega el Gobierno de España, según ha asegurado la formación. Por ello, ha resaltado la importancia de proseguir con la movilización popular y la labor de concienciación a ambos lados de la frontera para acabar con el “chantaje” de que la central supone el único recurso de empleo para la comarca Campo Arañuelo.

Al respecto, subrayó que Podemos continuará participando en todas las movilizaciones que se organicen en Portugal para lograr el cierre de Almaraz, tras indicar que la formación morara estará presente este fin de semana en el encuentro antinuclear, organizado por el Movimiento Ibérico Antinuclear en Lisboa, con la presencia de movimientos ecologistas y organizaciones políticas de Portugal.

Durante la audiencia pública de Portalegre, fue expuesto el peligro inminente que supone tener una central nuclear tan cercana; se manifestó la preocupación de no contar en las poblaciones portuguesas con un plan de contingencia ante la amenaza de un accidente nuclear; y se evidenció la carencia de estudios sobre los riesgos sísmicos o de atentados externos que pudieran ocasionar una nube radioactiva, así como el vertido de residuos o la contaminación de las aguas del Tajo.

En la misma línea, se habló de las consecuencias negativas que supone para la agricultura, el turismo y la economía de la zona tener la central de Almaraz a 100 kilómetros, recordando además que el riesgo de accidente nuclear es un problema a nivel mundial.

Para concluir, se puso en valor la necesidad de continuar con un rechazo total a la construcción del ATI y al alargamiento de vida de las centrales nucleares, así como apostar por las energías limpias.

A este acto asistieron diferentes representantes de la sociedad civil, desde alcaldes de la comarca, hasta bomberos, protección civil, sanitarios, educadores, así como movimientos antinucleares y plataformas ecologistas e integrantes de movimientos de oposición a los tratados CETA y TTIP.