Eucaliptos para luchar contra el cambio climático en Extremadura: "Una gran falacia"

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado una resolución por la que se autoriza la plantación de más de 100.000 eucaliptos y 40.000 pinos en casi 150 hectáreas en el término de Alía (Cáceres) con la finalidad de compensar las emisiones de dióxido de carbono. Esta noticia no ha dejado indiferentes a algunos colectivos que advierten sobre el impacto de esta medida en el medioambiente de la región. 

Desde el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX), denuncian que “lo aprobado no tiene sentido alguno ni explicación científica, y solo oscuros intereses económicos lo pueden justificar”. En relación a ello, explican que “ni eucaliptos ni pinos son especies autóctonas de Extremadura, no protegen los suelos frente a la erosión, ni a nuestra fauna, ni a nuestra flora, y como reconoce la propia resolución de la Consejería de Agricultura, son masas forestales muy proclives a incendios”. 

Respecto al motivo del repoblamiento como lucha contra el cambio climático por su capacidad para absorber CO2, lo califican como una “gran falacia”. En este sentido, indican que “una hectárea de eucalipto puede fijar entre 29 y 43 toneladas de CO2 al año, y una de encinar, unas seis toneladas, pero debajo de los eucaliptos no crece ni hierba ni nada, y debajo de las encinas, abundante pasto que fija gran cantidad de CO2, y ello sin contar con la labor de madroñeras, durillos, cornicabras, majuelos. Si es por fijar CO2, que la Junta de Extremadura plante en nuestros campos cañas de azúcar, que fijan 50 toneladas”. 

En cuanto a la erosión del suelo, exponen que “el eucalipto es un árbol que no solo no evita la erosión, sino que la favorece. En sus ramas no anidan ni los 'pájaros bobos', acaban con todas las aguas subterráneas, arden como la yesca y son enemigos también de las especies cinegéticas, tanto de caza mayor como menor”. 

“Esta actuación de la Junta, y en concreto de la Consejería de Agricultura, es el culmen de la gestión nefasta que está haciendo de nuestro patrimonio natural”, manifiestan desde FONDENEX. “Dividen competencias entre dos consejerías, quiere reducir la superficie de las ZEPAs, colabora en la reducción de protección de especies como el lince ibérico, autoriza cambios de cultivos en humedales por plantaciones de olivos, intenta que se cace especies como el meloncillo, se inhibe en el gran problema de los cebos envenenados, tiene abandonados nuestros parques naturales y reservas". 

Todo ello lo consideran “más que suficiente para destituir a la Consejera de Agricultura y a su director general de sostenibilidad, dos personajes que hacen que el ICONA fuera un organismo benéfico y protector”, aseveran. 

En este contexto, FONDENEX anima a la sociedad extremeña “a los habitantes de Villuercas, a los partidos políticos, a protestar contra esta tropelía”, pues avisan que “si esto no se corta ahora, empezaremos a ver plantaciones de eucaliptos y pinos por todos nuestros campos y sierras, que junto con las placas solares, arruinarán nuestro paisaje y el mundo rural". 

Por último, señalan que "si vergonzosa e inclasificable es la postura de la Junta, lo es por igual las asociaciones “ecologistas" consultadas sobre este proyecto, como Adenex, Seo o Ecologistas en Acción, que no se personaron en el periodo de información pública, sin presentar alegaciones”, afirma FONDENEX, quienes “por cuestiones obvias no fue consultada”.