Socavón Cáceres-Badajoz: "Hay personas que pierden 3 horas yendo a trabajar"

La Asociación Cívica critica la “falta de interés” por el socavón de la carretera de Cáceres. Para ellos, “el socavón provocado por las lluvias hace pocas semanas es el mejor símbolo de la falta de interés de las autoridades por la interconexión de las capitales extremeñas, habiendo llegado a afirmar que no supone un gran problema incrementar en un 50% la distancia a recorrer, desviándose por Mérida, o sumar 45 minutos por una carretera pensada para el tránsito local, la BA-5023, que carece de arcenes y que no es adecuada para tráfico pesado”.

Desde la asociación indican que “es un despropósito que sean las dos únicas capitales de una misma comunidad autónoma que no están comunicadas directamente por autovía, dándose el caso extremo de que Badajoz es una de las pocas capitales de provincia, junto con Teruel, Cuenca y alguna más, que solo tienen acceso por una única autovía”.

Asimismo, apostillan que también es llamativo que en su momento la Junta priorizara otras obras cuando los datos de aforo de vehículos llevan años demostrando que las carreteras de Badajoz a Olivenza y la Cáceres a Badajoz son de las vías convencionales que más tráfico soportan en Extremadura. Las comunicaciones ferroviarias con nuestra capital hermana tampoco son mucho mejores, con tiempos medio de desplazamiento de hora y media. 

“En 2009, el que fuera ministro de Fomento, firmó en Mérida un convenio con la Junta para financiar con 300 millones la construcción de la autovía entre Cáceres y Badajoz. Sin embargo, la Junta acabó devolviendo la titularidad de la carretera al Estado sin haber construido un solo tramo de la autovía”, añaden.

Un añadido al esperpento es que unos años antes, en 2006, el entonces presidente Ibarra, después de negar la utilidad de la autovía durante un tiempo, acabó apadrinándola y llevó a la Asamblea la proposición de un crédito extraordinario para esa misma obra, pero que acabó desapareciendo de los presupuestos generales de Extremadura y de los planes de su gobierno regional.

Sin embargo, indican que lo más importante son las personas: el riesgo de sufrir accidentes en carreteras convencionales, con esta intensidad de vehículos, es mucho mayor que en una autovía.

Al mismo tiempo no se olvidan de los ciudadanos que residen una ciudad pero trabajan en la otra, que tienen que viajar a diario y que ahora pierden entre ida y vuelta tres horas de su vida", cuando el viaje, con una autovía decente, no debería suponer más de 50 minutos por trayecto. O de la pérdida de oportunidad de los visitantes o residentes de una y otra ciudad para acudir a la capital vecina para conocerla, para disfrutar de un día de excursión o para hacer compras y negocios.

Según la Cívica, para muchos todo esto no merecerá la pena si tienen que hacer decenas de kilómetros por caminos vecinales o gastar un 50% más de combustible en dar la vuelta.