Vuelve 34 años después la publicidad de bebidas alcohólicas de más de 20°

FACUA-Consumidores en Acción critica que la nueva Ley General Audiovisual, que entró en vigor el pasado 8 de julio, dé un paso atrás y permita la vuelta de la publicidad de bebidas alcohólicas de alta graduación en la televisión, prohibida desde el año 1988 por la Ley General de Publicidad.

El artículo 123 de la nueva normativa, advierte la asociación, deshace lo dispuesto por la legislación anterior y contempla que se puedan emitir anuncios de bebidas de más de 20 grados en la franja horaria de 1 a 5 de la mañana, una excepción que no existía anteriormente, cuando la única publicidad permitida era de la de aquellos productos con una graduación de alcohol inferior.

En este sentido, FACUA lamenta que la nueva normativa suponga un auténtico retroceso en políticas de defensa y fomento de la salud de la ciudadanía y la reducción del consumo de alcohol, eliminando prohibiciones sobre las que ya había un consenso generalizado en la sociedad, y alineándose con la industria de las bebidas alcohólicas en perjuicio de los ciudadanos.

Por otra parte, la norma señala que las bebidas de menos de 20 grados podrán emitirse entre las 20:30 y las 5 horas y "fuera de ese horario cuando dichas comunicaciones comerciales audiovisuales formen parte indivisible de la adquisición de derechos y de la producción de la señal a difundir".

De igual forma, la asociación critica la incoherencia de elaborar una ley que prohíbe específicamente la publicidad de bebidas alcohólicas dirigida a menores pero permite la promoción de aquellas de menos de 20 grados a partir de las 20:30 horas, un periodo de tiempo en el que aún puede haber menores de edad viendo la televisión, o en el caso de la promoción de bebidas que se pueda hacer en espectáculos como eventos deportivos, donde también existe una audiencia compuesta por menores.

Así, FACUA recuerda que la prohibición total de la publicidad del alcohol en la televisión y otros formatos es una de las herramientas para prevenir el consumo y abuso de esta sustancia y señala que la legislación debe avanzar en la protección de la ciudadanía, con especial hincapié en menores de edad y otros colectivos vulnerables, frente a hábitos y productos que pueden resultar dañinos para su salud.