19 Abril 2024
2 . 054 . 114 lectores

OPINIÓN: Donde dicen digo, quisieron decir ¿Diego sin bandera?

MIGUEL CALVO VERDÚ

2 de Noviembre de 2022

OPINIÓN: Donde dicen digo, quisieron decir ¿Diego sin bandera?

 

Bochornoso espectáculo que dieron en el pleno municipal del pasado lunes 31 los partidos que se opusieron a la aprobación de la bandera, aunque era de esperar, visto el histórico de actuación tanto del PP como del PSOE en temas que realmente interesan a la ciudadanía (y la bandera como símbolo de identidad es tan importante como las cuestiones sociales o económicas) lleva a que al final tampoco te sorprendan mucho los resultados. Ambos partidos argumentan desde la falacia, es decir, desde aquello que en apariencia parece cierto, pero en realidad es falso. Es el arte de darle la vuelta a la tortilla. Siguen pensando que el nivel intelectual de la ciudadanía es bajo ciertamente.

 

Ricardo Cabezas decía hace unos días que había que esperar “un tiempo prudencial” para retomar el tema de la bandera, y suponemos que se refiere al tiempo ese en que en las próximas elecciones, por un avatar de suerte, supuestamente gane las mismas el PSOE (ojo con las decepciones después que ya tiene experiencia), y puedan atribuirse el haber aprobado una bandera para Badajoz, y entonces ya no seria “de risa” como así calificaba el que Ciudadanos con cuatro concejales haya tirado hacia adelante con este asunto banderil, y sobre todo porque podrán controlar todo el proceso, y eso que en el pleno de 21 de marzo de 2021 fue precisamente Ricardo el que insto a que en la comisión que se creara para la bandera no estuvieran los partidos políticos y, por tanto, no controlada políticamente. Ya sabemos: donde digo, digo, quise decir, Diego. A mi personalmente me dijo en cierta ocasión que la bandera “se aprobará para la siguiente legislatura”, supongo que lo decía en la convicción que ganaran las elecciones.

 

Antonio Cavacasillas, por su parte, a pesar de apoyar la moción del 21 de marzo de 2021 para crear una comisión donde no estuvieran los partidos y pudieran llegar a un modelo de bandera a proponer después al pleno para su aprobación, ahora se retracta de aquel apoyo alegando que “no hay consenso” y que la bandera es un símbolo “demasiado importante”, pero, ¿importante para que un partido con cuatro concejales la saque adelante?, seguro que se refería a eso. De nuevo la necesidad de controlar para que el otro no lleve a cabo nada se hace manifiesta también en el PP d Antonio Cavacasillas, con argumentos que no se sustentan ni con pegamento. Primero argumentó sobre “la forma” (alineándose con el PSOE y Podemos) en que se había decidido el modelo de bandera, y después como ese argumento no funcionaba, aunque el sí sabia de todo el proceso desde el principio gracias a la presencia (entre otras cosas) de su compañera de partido, Paloma Morcillo, a la sazón Concejala de Cultura, y negarlo rayaría un calificativo que seria insultante para la inteligencia de la ciudadanía pacense y de los miembros de la comisión, entre otros, cambió entonces el argumento hacia la supuesta “falta de consenso.”

 

Alegan que son los representantes de la ciudadanía, pero sin embargo no suelen tener en cuenta a la ciudadanía, sino que respaldan sus argumentos presuponiendo que el ciudadano apoya todas las incongruencias que manifiestan cuando hablan y se contradicen continuamente. No ven ciudadanos, ven votos, y los rostros de aquellos que los votaron para ellos son rostros sin cara, solo votos computables, lo que se comprueba fácilmente cuando llegadas las elecciones entonces bajan del pulpito hacia la calle prácticamente “mendigando” los votos, y una vez conseguido, aquellos rostros que depositaron su voto a su favor en las urnas dejan de existir y solo prevalece el número, el tanto por ciento. Alegaron en el pleno llenándoseles la boca, la cuestión de la “participación ciudadana” pero, cuando surge una propuesta independiente, sin influencias (léase no controlada por ningún partido) de la representación ciudadana como son las asociaciones civiles, la tumban. Participación ciudadana, sí, pero, ojo, controlada o nada. También alegaba Ricardo que había criticas sobre el modelo de bandera propuesta. Obvio que las había, pero seguro que desde las redes sociales de marcado tinte socialista. Yo lo pongo en duda y habría que verlas una por una.

 

No nos engañemos. El tema de la bandera llevaba muchos años metido en el cajón de la mesa de la concejala de Cultura, con pequeños amagos y declaraciones de vez en cuando que “Badajoz tendrá bandera”, con reuniones poco transparentes y propuestas pseudoheráldicas y vexilológicas, de manifiestos errores, capitaneadas por un cronista que se contradice a menudo y que manifiestamente denota un desconocimiento absoluto sobre la ciencia heroica. Una intención mantenida durante años de no dejar que nadie, salvo el PP, pueda llegar a aprobar una bandera para la ciudad. Una concejala que ya nos tiene acostumbrados a que las cuestiones de cultura en la ciudad de Badajoz o son iniciativa y controladas por ella o no proceden sin más, y que nadie intente lo contrario, porque el resultado esta patente: tumbarlo a toda costa. Alguien debería dar un paso adelante y sugerir si una propuesta de cese para ella sería oportuna visto lo visto, cuestión a la que me adhiero sin ninguna duda dada la incompetencia sobre el asunto este de la bandera demostrado suficientemente en los hechos. Y de la propuesta de bandera del ex alcalde Fragoso, mejor ni comentar.

 

Las asociaciones y expertos están cansados de esta manipulación continua del tema, del continuo bloqueo partidista y político del asunto de la bandera, pero no por ello vamos a cejar. Los expertos en heráldica, una y otra vez, han declarado que el escudo de la ciudad esta mal diseñado y no es legítimo heráldicamente hablando y que, por tanto, representar esos errores en una bandera no es lícito, y así lo manifestó rotundamente la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y así lo recogió el artículo del Diario Hoy de 9 de enero de 2016: “el escudo que se usa actualmente no está autorizado legalmente. Tampoco está correctamente diseñado (incluyendo la propia corona). Por ello, la academia señala que, si bien se aprobara cualquiera de los modelos propuestos por ellos mismos para la bandera, no podría utilizarse porque el escudo que se usa no es oficial. De ahí que proponga adaptar el escudo actual a la normativa heráldica para poder incluirlo en la bandera que resulte elegida.” ¿Lo han leído? Pues ni caso. Error tras error, incongruencia tras incongruencia, contradicciones, falsas promesas, falta de fundamento y desconocimiento, ignorancia heráldica y vexilológica, todo ello disfrazado tras un título como cronista oficial, como supuesto experto que orienta y marca el devenir de la actuación desde la concejalía de Cultura competente en el asunto, y obviamente, con el beneplácito de su titular, Paloma Morcillo. Y no es el único toque de atención sobre el tema manifestado por personas, entidades y organismos competentes y serios en el tema a lo largo de la historia de Badajoz.

 

Una vez más estos políticos que nos “alumbran” decepcionan de nuevo y, en conclusión, solo queda recordarles que las elecciones municipales están a la vuelta y que será entonces cuando realmente esa ciudadanía madura, responsable y consecuente, pase la oportuna y obligada factura correspondiente en las urnas porque, no se engañen, los partidos políticos ya están en campaña ¿no lo sabían? Y mientras tanto Badajoz, una vez más, seguirá siendo la única capital de provincia sin bandera que la represente.