Unos investigadores crean sangre artificial compatible con todos los grupos sanguíneos
Podría ser el adiós a la escasez de sangre y a los riesgos por incompatibilidad de grupo, ya que un equipo de investigadores de la Universidad Médica de Nara, en Japón, ha logrado desarrollar sangre artificial universal, un avance que podría transformar la medicina moderna a escala global. Esta nueva sangre sintética no solo es compatible con todos los grupos sanguíneos, sino que también se puede conservar durante años, facilitando su uso en hospitales y zonas de difícil acceso.
La innovación japonesa ofrece una esperanza real para millones de pacientes. Actualmente, los hospitales enfrentan frecuentes crisis de abastecimiento de sangre, agravadas por los límites de conservación y los requisitos de refrigeración. Sin embargo, este nuevo compuesto sanguíneo puede almacenarse hasta dos años a temperatura ambiente y hasta cinco años en refrigeración, en contraste con los 42 días de vida útil de la sangre donada.
El proceso detrás de este hito combina biotecnología y reciclaje. El profesor Hiromi Sakai, líder del proyecto, explicó que la sangre artificial se crea a partir de vesículas de hemoglobina obtenidas de sangre caducada. Estas vesículas imitan la función de los glóbulos rojos, transportando oxígeno de forma eficiente y segura.
La clave: hemoglobina encapsulada para evitar riesgos y garantizar estabilidad. La hemoglobina, extraída de sangre donada que ya no puede usarse de forma convencional, se encapsula en una cápsula protectora. Esta técnica permite generar glóbulos rojos artificiales estables, libres de virus y adecuados para transfusión universal.
Ensayos clínicos recientes muestran resultados prometedores. En marzo, se llevaron a cabo las primeras pruebas en humanos, con la administración de entre 100 y 400 mililitros de sangre sintética a voluntarios adultos. Aunque los resultados preliminares no reportan efectos adversos, el laboratorio continúa evaluando la seguridad y eficacia del compuesto.
De confirmarse su éxito, este avance podría cambiar la historia de la medicina. Con sangre artificial universal, se eliminarían los riesgos de incompatibilidad, se reduciría la dependencia de donaciones y se mejoraría la logística de emergencias médicas. Un nuevo horizonte se abre para la medicina transfusional gracias a la ciencia japonesa.