Drones en la agricultura: una nueva era para el seguimiento de cultivos
16 de Julio de 2025
El seguimiento de cultivos es un proceso fundamental que consiste en examinar sistemáticamente los campos para detectar señales tempranas de estrés, plagas, enfermedades o deficiencias de nutrientes. Es comparable a una atención médica preventiva para las plantas: al identificar las amenazas a tiempo, los agricultores pueden intervenir de forma oportuna, proteger los rendimientos y evitar pérdidas generalizadas.
Además, el seguimiento inteligente ofrece beneficios clave: detección temprana de problemas, uso más eficiente de recursos, mayores rendimientos, ahorro de costos y prácticas agrícolas sostenibles.
Mientras que el monitoreo tradicional se realizaba recorriendo los campos con cuadernos de notas, hoy los productores agrícolas adoptan soluciones tecnológicas avanzadas. Utilizan imágenes obtenidas con drones y servicio de monitoreo de cultivos para una agricultura más eficiente. Esta transformación convierte el seguimiento en un proceso basado en datos, mejora la precisión y reduce la carga laboral.
Según el USDA, el uso de tecnologías como mapas de rendimiento basados en GNSS, VRT y drones ha alcanzado aproximadamente el 40 % de las hectáreas cultivadas, evidenciando una clara transición hacia sistemas agrícolas más inteligentes y reactivos.
Drones en el seguimiento de cultivos: transformando la inteligencia de campo desde el aire
Los drones, también conocidos como UAVs (vehículos aéreos no tripulados), se están convirtiendo rápidamente en herramientas esenciales para el seguimiento satelital de cultivos. Equipados con cámaras RGB, multiespectrales y térmicas, estos dispositivos ofrecen a los agricultores una vista detallada y en tiempo real del estado de los campos.
A diferencia del monitoreo tradicional, que depende del recorrido físico, los drones pueden cubrir más de 100 hectáreas en menos de 30 minutos, proporcionando imágenes de alta resolución de manera constante.
¿Por qué utilizar drones para el seguimiento de cultivos?
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Detección temprana: Identifican signos de estrés, enfermedades o daños por plagas antes de que sean visibles al ojo humano.
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Precisión exacta: Con resoluciones de hasta 1 cm/píxel, los agricultores obtienen información precisa sobre cada zona del cultivo.
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Eficiencia operativa: El monitoreo aéreo reduce drásticamente el tiempo de trabajo y optimiza el uso de recursos.
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Integración de datos: Los productos como los mapas NDVI permiten tomar decisiones en tiempo real y aplicar tratamientos con tasas variables.
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Rentabilidad: Los UAVs ofrecen un costo por hectárea más bajo a largo plazo, en comparación con los estudios realizados con aviones tripulados o el monitoreo satelital para el seguimiento y desarrollo de cultivos en ciclos de crecimiento cortos.
Hoy en día, los drones están integrados con plataformas de gestión agrícola basadas en inteligencia artificial, lo que convierte las imágenes en inteligencia procesable. Investigaciones indican que los datos obtenidos con drones pueden reducir el tiempo de monitoreo en más del 70 % y aumentar la tasa de detección de problemas. A medida que su uso se expande, los drones complementan (sin reemplazar) el sistema de monitoreo satelital de cultivos, ofreciendo una perspectiva más detallada y localizada para el sistema de gestión durante la temporada.
Cómo se utilizan los drones para un seguimiento avanzado de cultivos
Los drones están revolucionando la forma en que los agricultores monitorean sus campos, al transformar imágenes aéreas en bruto en información útil. A continuación, sus principales usos:
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Evaluación de la implementación de cultivos: El conteo de plantas en etapas tempranas a través de imágenes permite detectar problemas de emergencia en cultivos como maíz, soya o col. Estas evaluaciones a campo completo proporcionan datos más confiables que las verificaciones puntuales manuales, ayudando en decisiones sobre replantación.
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Creación de mapas para aplicación de nitrógeno: Al capturar patrones de crecimiento estacionales, los drones generan índices de vegetación (como NDVI) que muestran variaciones en biomasa, lo cual orienta las aplicaciones de nitrógeno en tasa variable, optimizando los insumos en cultivos de cereales y oleaginosas.
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Mapeo del rendimiento de cultivos: Los UAVs identifican zonas de bajo rendimiento causadas por compactación del suelo o problemas de drenaje. Estos datos pueden integrarse en un mapa de cultivos para apoyar la siembra de precisión o estrategias de corrección del suelo.
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Detección de malezas: Gracias a imágenes de alta resolución y algoritmos de IA, se localizan parches de maleza, lo que permite el uso focalizado de herbicidas y la reducción de costos.
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Evaluación del drenaje: Vuelos en primavera identifican zonas húmedas, ayudando a planificar mejoras en el drenaje antes de iniciar la siembra.
Otros usos valiosos de los drones en la agricultura
Los drones no solo están cambiando el seguimiento y desarrollo de cultivos: también están transformando muchas otras áreas de la gestión agrícola.
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Monitoreo de pasturas y condiciones del suelo: Los productores ganaderos y agrícolas utilizan drones para evaluar la salud de los campos sin necesidad de inspecciones físicas frecuentes. Estos dispositivos detectan zonas compactadas o húmedas, orientan la rotación de pastoreo y evalúan los niveles de nutrientes, todo visualizado a través de un mapa agropecuario detallado.
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Aplicación de productos químicos con precisión: En países como Corea del Sur, los drones ya realizan hasta el 30 % de las fumigaciones agrícolas (FAO). Son eficaces en terrenos difíciles, reducen el uso de químicos y disminuyen los riesgos para la salud al reemplazar mochilas de fumigación manuales. No obstante, las regulaciones en muchas regiones siguen limitando su adopción global.
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Seguridad en el campo: Cada vez más empresas utilizan drones para vigilar grandes extensiones de terreno. Pueden inspeccionar cercas, silos o corrales en tiempo real, permitiendo una respuesta más rápida y segura sin necesidad de patrullajes físicos.
Desafíos en el seguimiento de los cultivos con drones
A pesar del gran potencial de los drones en el monitoreo agrícola, persisten ciertos desafíos:
Las Regulaciones en muchos países, requieren una certificación de piloto remoto y existen restricciones para operar cerca de áreas pobladas. Comprender la legislación aérea es crucial para evitar sanciones.
Por el Exceso de datos los drones generan enormes cantidades de imágenes que deben ser analizadas con software especializado. Sin las herramientas o el conocimiento adecuado, estos datos resultan difíciles de transformar en decisiones concretas. Según la encuesta CropLife Purdue Precision Agriculture Dealer Survey de 2024, el 36 % de los distribuidores pierde dinero ofreciendo servicios de imágenes UAV, principalmente por el tiempo y la habilidad necesarios para procesarlas.
Con la Dependencia del clima La lluvia, el viento o la nubosidad pueden afectar los planes de vuelo y reducir la calidad de las imágenes. Incluso los cambios climáticos breves pueden comprometer el éxito de la misión.
La Duración de la batería y la autonomía limita la cobertura, especialmente en explotaciones grandes. Es crucial planificar vuelos eficientes y contar con baterías de reemplazo rápidas.
Pese a estos obstáculos, las mejoras continuas en hardware e inteligencia artificial están reduciendo significativamente estas limitaciones. Combinados con el uso de las tecnologías satelitales para el monitoreo de campos agrícolas, los drones representan una solución poderosa para la agricultura de precisión con monitoreo satelital en tiempo real.
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