El escaso alimoche elige Extremadura

Portugal y Extremadura han coordinado la suelta de un alimoche en la zona de invernada de la región, única de Europa. El animal fue recuperado por las autoridades portuguesas de Conservación de la Naturaleza y Bosque.

La suelta ha tenido lugar en la única zona de invernada de Europa, localizada en el centro de la provincia de Cáceres, entre Acehúche y Ceclavín, con objeto de que pueda integrarse con otros ejemplares de su especie.

El ejemplar fue encontrado herido en la zona de los Arribes del Duero y las autoridades portuguesas han conseguido recuperarlo en el Hospital Veterinário da Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro, encontrándose en buen estado para ser devuelto a la naturaleza.

Por ello, en el marco de la colaboración entre Portugal, la Vulture Conservation Foundation y Extremadura, ambas regiones han decidido coordinarse para liberarlo en la zona de invernada extremeña.

Le ha sido colocado un emisor GPS-GSM para su seguimiento e incorporación a la población marcada por la Junta de Extremadura, que cuenta con 15 individuos marcados, 3 de los cuales están invernando en Mali, y el resto en la zona de invernada de Extremadura.

El alimoche sigue siendo una especie vulnerable, según el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura, aunque gracias a los planes de conservación que desarrolla la Dirección General de Sostenibilidad, la población se encuentra estable con unas 160 parejas reproductoras.

ÚNICA INVERNANTE EN EUROPA

El número de ejemplares invernantes supera los 130 en zonas adehesadas ganaderas, donde alternan explotaciones extensivas de ovino, caprino, y porcino con explotaciones intensivas de pollos y porcino.

Esta disponibilidad de alimento les permite obtener la comida más fácilmente que en las zonas de invernada en Africa, donde dedican mucho más tiempo y esfuerzo a alimentarse.

Desde la década de los 80 del siglo pasado hay una pequeña población que ha incrementado su número y a partir de 2010 comenzó a pasar el invierno en Extremadura. El cambio climático con inviernos más suaves y la disponibilidad de alimento en una zona con baja densidad de población humana, han propiciado este hecho en el centro de la provincia de Cáceres, entre Ceclavín, Portezuelo y hasta Plasencia y Coria, insólito porque es la única población invernante en Europa.