Plaga de palomas: un problema para la conservación del patrimonio cultural de Extremadura
22 de Mayo de 2025
Uno de los problemas más importantes de muchos núcleos de población son las palomas domésticas o palomas bravías (columba livia), que en los últimos años se ha agravado, hasta convertirse esta especie en una verdadera plaga.
Desde el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura explican que "varios factores han contribuido a ello, pero especialmente el aumento de edificios abandonados, que sirven de palomares de grandes dimensiones". También recalcan "la alimentación por parte de personas bienintencionadas".
En este sentido, indican que aunque "no comprenden que con su actitud son promotoras del mantenimiento de la plaga, y la falta de control de las aves adultas, que se reproducen sin freno, incrementando exponencialmente la población". Además, señalan que "una paloma se reproduce casi todo el año, especialmente en primavera y verano, constando cada puesta de dos huevos".
"La gran cantidad de estas aves en pueblos y ciudades, no es solo fuente de suciedad en las calles, al invadirlas los excrementos de las palomas (y propiciar caídas por resbalones), sino de un grave deterioro de los monumentos, edificios históricos y estatuas, no solo de forma visual, sino también estructural, ya que las heces son muy agresivas y corrosivas sobre piedras y otros materiales y producen obstrucción de desagües, sin contar el movimiento de tejas por el movimiento de las aves" exponen.
Por otra parte, destacan que "son también un peligro para algunas especies vulnerables y protegidas, como el cernícalo primilla, pues los expulsan de sus lugares tradicionales de nidificación".
Pero además, las palomas pueden transmitir al hombre una serie de parásitos (ácaros principalmente), hongos y bacterias, "por lo que la plaga se convierte automáticamente en un problema de salud, especialmente para ancianos, niños y personas con un sistema inmune débil".
En esta línea, apuntan que "hay ciudades como Valencia, en la que se ha estimado una población de palomas cercana a las 40.000 aves, por lo que el Ayuntamiento ha dedicado a su control más de 200.000 euros".
"En Extremadura el problema empieza a ser notorio, en especial en las ciudades más importantes, que además cuentan con un rico patrimonio arqueológico, histórico y artístico, como Cáceres, Plasencia, Badajoz o Mérida", indican desde FONDENEX.
Por estas razones, opinan que "es necesaria una actuación contundente por parte de los ayuntamientos y los organismos responsables de la conservación de monumentos. O se actúa ya, o el problema puede llegar a ser irresoluble".
En cuanto a las medidas a tomar, afirman que "no hay un único método para acabar con lo que ahora se ha convertido en una plaga y reconducirla a una población normal de la especie, como era hasta hace unos años". No obstante, consideran que "hay que utilizar todos los que están autorizados y que han demostrado su eficacia en distintas ciudades y pueblos, no solo de España, sino de otros países".
Entre estos métodos, encontramos el de "acabar con los palomares 'clandestinos', realizando un censo de los mismos y sellando las entradas. Esta actuación es fundamental".
Otra medida útil es la de "prohibir, mediante una norma legal, municipal y/o del Gobierno de la Comunidad Autónoma, la alimentación de las palomas en plazas y parques, que no solo sustenta la plaga, sino que también son fuente de atracción para hormigas, cucarachas y ratas".
Las capturas selectivas también dan resultado. "Mediante jaulas especiales e incluso grandes redes disparadas con cañones en espacios abiertos cebados previamente con maíz, trigo, etc…".
Por otro lado, están los métodos 'anticonceptivos' para palomas, que existen y que hacen que sus puestas no se lleven a cabo correctamente. "Con este producto, se puede reducir la población hasta en un 80 %, en un periodo de cuatro o cinco años. Es un producto totalmente inocuo para palomas y otras especies, al igual que para la especie humana, y además, reversible: cuando las palomas lo dejan de ingerir, vuelven a tener puestas normales".
Por último, hacen alusión a las "medidas disuasorias, como el empleo de aves de cetrería, que se ha revelado muy efectiva, y dispositivos acústicos".
En definitiva, "la actuación contra esta plaga es ya urgente", en opinión de FONDENEX. "Las distintas administraciones no pueden seguir mirando al cielo, sin hacer nada, porque tarde o temprano algo les puede caer de ese cielo… y es corrosivo".
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
A Fondo