Sandra Majada, la influencer extremeña que arrasa en redes
15 de Agosto de 2021
Si has buscado inspiración sobre moda, seguramente te hayas encontrado con su perfil: @Invitada_perfecta. Su nombre es Sandra Majada, nacida en Plasencia. En agosto de 2015 comenzó su andadura con el proyecto ‘invitada perfecta’ y actualmente cuenta con cerca del medio millón de seguidores en Instagram. Sus dos grandes pasiones son la moda y viajar y, después de 6 años, sigue creando propuestas de ensueño para inspirar a aquellas que tengan cualquier tipo de evento. En 7Dias hemos hablado con ella:
¿Qué te llevó a comenzar el proyecto de ‘invitada perfecta’?
Todo surgió como algo casual. Siempre me ocurría que cuando no tenía eventos encontraba de todo y cuando tenía me ocurría lo contrario. Mi idea era crear un perfil personal para usarlo a modo de directorio de tiendas que me gustaran.
Al principio empecé a subir fotos de niñas con vestidos que me gustaban y ponía abajo la marca por si quería consultarlo y en ratos libres iba mirando cosas que me interesaban. A los dos meses el perfil de Instagram contaba con cerca de 10.000 seguidores y me llamó el primer diseñador. Fue en ese punto cuando me lo empecé a tomar un poco más enserio y ver que a la gente le interesaba.
¿En qué momento decides dejar tu trabajo y dedicarte plenamente a tu proyecto?
Tres años después, cuando me di cuenta de que era incompatible. Tuve dos años muy malos donde yo salía a las 18:00h de mi trabajo y hasta las 00:00h me ponía a generar contenido para subirlo en un solo clic al día siguiente desde mi trabajo. Me tiraba trabajando casi las 24 horas del día, ni si quiera cenaba, por lo que mi familia me hizo ver que debía elegir entre un trabajo u otro.
Las redes sociales son un escaparate muy vistoso, la gente se piensa que tenemos una vidorra, pero para nada. Yo no empecé a rentabilizar ‘invitada perfecta’ hasta los 2 años y medio desde su comienzo.
Con cerca del medio millón de seguidores en redes sociales, habrás notado la ‘cara b’ de la que muchas veces no se habla: la salud mental. ¿Cómo ha sido tu experiencia?
Es duro porque siempre hago las cosas con la mejor intención, sin querer ofender ni herir a nadie. Cada fotografía que publicamos está muy meditada y trabajada. Me hace mucha gracia porque la gente odia el postureo, pero en el momento que subes una foto donde se te ha salido el pelo de su sitio, te lo critican. Todos tenemos espejos y sabemos si no está perfecto algo, pero si decides subirlo es porque la parte buena pesa más que la otra. Tengo la suerte de contar con una comunidad muy educada, que me aprecia y entiende bastante, pero todos tenemos días malos en los que un comentario te sabe a ‘cuerno quemao’ (risas).
Sin ninguna duda la parte psicológica es muy difícil de gestionar, debes aprender a vivir con ello. Desde el comienzo de la pandemia noto que en las redes sociales no se tiene filtro. El anonimato da potestad a la gente para decir cualquier cosa que piensan. Entiendo que por privado hagamos una crítica constructiva, pero no hablar del físico o meterse con la gente. Yo en mi perfil no lo sufro mucho, pero sí que lo veo en perfiles de compañeras y tiene que ser súper difícil.
Personalmente esta situación no me da miedo, pero no quiero que lo más jóvenes, como mis primas, normalicen lo que sucede en redes. Muchas personas te escriben y se piensan que somos robots. ¡Con lo bonito que es hablar de lo bonito! La red social es entretenimiento, no un sitio para juzgar.
Después de 6 años creando centenares de publicaciones sobre moda, ¿es cada vez más complicado inspirarte para crear looks?
Soy de las que piensa que está todo inventado, cada vez es más difícil porque incluso tu misma te cansas. Yo desde niña tengo una memoria fotográfica respecto a la moda bastante potente. Los recuerdos que tengo siempre los asocio a la ropa que llevaba. Por ejemplo, me acuerdo perfectamente de cómo iba vestida el primer día que entré a la universidad o incluso el primer recuerdo que tengo de pequeña es con dos años en la boda de mis tíos. Yo soy capaz de describir dónde les hicieron las fotos, cómo era la colcha, el vestido, cómo estaba puesta…
También me pasa algo interesante con el cine: cuando veo a una actriz con algún vestido o peinado que me gusta me imagino con él, me sale de forma inconsciente.
Tus seguidores conocen como es tú vida delante de cámaras, pero ¿cómo es tu rutina de trabajo?
Muy complicada, una de las cosas que echo de menos de mi antiguo trabajo son los horarios. Antes salía a las 18:00h y tenía mi vida laboral completamente apartada hasta el día siguiente, pero ahora es imposible. Nunca cierro por vacaciones ni me olvido de Instagram, tampoco creo que pueda porque al final generas un vínculo con tu comunidad. Además, a mi me encanta viajar e intento desconectar, pero es que al final ves la ‘superfoto’ o la opción de hacer contenido, aunque sea para publicarlo más tarde, y lo haces porque es una pena desaprovecharlo.
Mi rutina consiste en publicar por la mañana, si es que ese día no tengo evento o sesión de fotos, y después me dedico a la parte más administrativa, contestar correos o editar fotos, con lo que se me pueden ir 6 horas del día.
A todo esto, hay que sumarle el trabajo adicional de reuniones, facturar y empaquetar. La gente no sabe el tiempo que dedico a empaquetar, desempaquetar y planchar todo lo que se utiliza en una sesión. Todas las cosas son prestadas por lo que tengo que sacarlo de las cajas, planchar, llevarlo al shooting y cuando vuelvo tengo que empaquetarlo todo para devolverlo.
¿Qué consejo te darías a ti misma cuando comenzabas este proyecto en 2015?
Le hubiera dicho: ¡tírate a la piscina! Al final con mi anterior trabajo rechazaba muchas cosas porque no tenía tiempo material para hacer sesiones de fotos o acudir a eventos, por lo que no terminaba de despegar. Yo salí de mi anterior trabajo con el fin de ganar, al menos, lo mismo que donde trabajaba. Aún así le hubiera dicho a Sandra que lo hiciera antes y así coger todo para poder llegar antes a mi meta.
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