Un fin de año sin sustos: cómo ayudar a los animales
25 de Diciembre de 2025
Con la llegada de las celebraciones de fin de año, los fuegos artificiales, petardos y otros ruidos intensos vuelven a ser una de las principales fuentes de estrés para los animales de compañía. Desde Kiwoko, la mayor cadena de tiendas de animales de Iberia, insisten en la importancia de anticiparse a estas situaciones y preparar el entorno del hogar para minimizar el impacto del ruido y evitar episodios de miedo, ansiedad o desorientación.
Aunque para muchas personas los fuegos artificiales forman parte del ambiente festivo, para los animales suponen estímulos imprevisibles y difíciles de procesar. Los sonidos fuertes y repentinos, junto con las vibraciones y destellos, pueden desencadenar reacciones fisiológicas y conductuales que afectan directamente a su bienestar. Por ello, la prevención y la adaptación del entorno se convierten en herramientas clave para afrontar estas fechas con mayor tranquilidad.
PREPARAR EL HOGAR: EL PRIMER ESCUDO FRENTE AL RUIDO
Una de las medidas más eficaces es acondicionar previamente un espacio seguro dentro de casa. Desde Kiwoko recomiendan elegir una zona interior, alejada de ventanas y balcones, donde el animal pueda refugiarse. Bajar persianas, cerrar cortinas y reducir la entrada de estímulos visuales ayuda a amortiguar el impacto de los fuegos artificiales, mientras que el uso de música suave o ruido blanco contribuye a disimular los sonidos del exterior.
Mantener la rutina diaria en la medida de lo posible y mostrar una actitud calmada también resulta fundamental. Forzar el contacto o reaccionar con nerviosismo puede reforzar la percepción de peligro, por lo que es preferible respetar los tiempos y las señales de cada animal.
ANTICIPACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO, CLAVES DEL BIENESTAR
“La clave está en no esperar a que empiecen los ruidos para actuar. Cada animal reacciona de forma diferente al ruido, y conocer su comportamiento nos permite adaptar las medidas de protección. En muchos casos, pequeños cambios en el entorno y una correcta anticipación reducen notablemente los niveles de estrés”, explica Ana Ramírez, directora técnica veterinaria.
La experta también aconseja evitar paseos en las franjas horarias de mayor intensidad sonora y extremar las precauciones en el hogar. “Durante estas fechas se incrementan los intentos de escape por miedo. Asegurarse de que puertas y ventanas estén bien cerradas y de que el animal esté correctamente identificado es esencial para prevenir pérdidas”, señala.
CUANDO EL MIEDO SE REPITE, APOYO PROFESIONAL
Cuando el miedo al ruido es recurrente o se manifiesta con intensidad, contar con el acompañamiento de un profesional veterinario es fundamental. “Existen herramientas y soluciones que pueden ayudar a gestionar la ansiedad, desde pautas de conducta hasta productos específicos o tratamientos adaptados a cada caso. Lo importante es no normalizar estas reacciones y buscar asesoramiento cuando el animal lo está pasando mal”, apunta Ana Ramírez.
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