Termina la fuga del peligroso fugitivo que desafiaba a jueces y guardias civiles
10 de Julio de 2025
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Cáceres, junto con efectivos del Equipo ROCA de la Compañía de Plasencia (Cáceres), han participado en un operativo conjunto con la Policía Judiciaria de Portugal que ha culminado con la detención de un preso fugado del centro penitenciario de Topas (Salamanca), donde cumplía condena por diversos delitos graves, tras no reingresar al centro después de un permiso penitenciario.
La detención se produjo el pasado 8 de julio en la localidad de Bensafrim, dentro del municipio portugués de Lagos, tras una minuciosa investigación que permitió localizar con exactitud el lugar donde se ocultaba.
El fugado, de 47 años, se encontraba cumpliendo condena en un centro penitenciario español por diversos delitos, atribuyéndosele tras su detención actual nuevos delitos de amenazas graves, tenencia ilícita de armas, obstrucción a la justicia, quebrantamiento de condena y atentado contra agente de la autoridad. Aprovechando un permiso penitenciario del que disfrutaba en el año 2021, no reingresó al centro penitenciario de Topas (Salamanca), donde cumplía condena.
Mientras estaba fugado, se mantuvo activo en redes sociales, desde donde difundía mensajes amenazantes de forma reiterada, dirigidos tanto a jueces y guardias civiles implicados en su procesamiento, como a ciudadanos con los que mantenía una enemistad manifiesta, a quienes culpaba de sus problemas legales y expresaba intenciones hostiles hacia ellos de forma pública.
Uno de los vídeos más alarmantes fue aquel en el que explicaba, con detalle, los pasos necesarios para la fabricación de un potente artefacto explosivo, especificando los compuestos necesarios y describiendo el procedimiento para manipular hacer explotar una bombona de gas.
La investigación desarrollada por la Guardia Civil fue especialmente compleja debido al hermetismo con el que el fugado ocultaba su paradero. No obstante, el análisis exhaustivo de los vídeos que publicaba en internet permitió a los agentes extraer información clave, logrando acotar la zona en la que se escondía, lo que condujo finalmente a su localización en territorio portugués.
Una vez confirmado el lugar en el que se encontraba, se activaron los mecanismos de cooperación policial y judicial europeos, tramitándose a través de la autoridad judicial una Orden Europea de Detención (OED) y una Orden Europea de Investigación (OEI).
Gracias a la coordinación entre la Guardia Civil y la Policía Judiciaria de Portugal, ambas órdenes fueron ejecutadas con éxito, procediéndose a la detención del fugado en Bensafrim (Portugal).
El detenido fue puesto a disposición del Tribunal Judicial de Évora (Portugal), quedando pendiente su entrega a las autoridades judiciales españolas para continuar el proceso judicial en nuestro país.
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