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Cultura

San Juan Bautista de Malpartida nuevo Bien Cultural extremeño

Cultura

6 de Abril de 2018

Retomado el expediente para declarar la iglesia San Bautista de Malpartida como Bien Cultural

La iglesia parroquial de San Juan Bautista en Malpartida de Plasencia ya cuenta con el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento.

En dicha resolución se cita el inicio de este expediente en 1982, el cual no tuvo continuidad y que ahora, para cumplir con la actual Ley de Patrimonio, se retoma incluyendo la descripción del bien y su delimitación, así como una enumeración de los bienes muebles que la conforman y una memoria técnica, elementos todos que ahora se incluyen.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista es una construcción recia, de mampostería, sillares en portadas y contrafuertes. El templo consta de una sola nave, dividida en cuatro tramos y dos portadas de concepción clasicista, ambas, en arco de medio punto. Enmarcan las portadas sendas columnas estriadas sobre plintos con retropilastras.

La portada sur se remata mediante un frontón triangular, enmarcado por ces, sobre las que se recuestan figuras fantásticas y en cuyo interior encontramos el escudo del obispo Vargas de Carvajal.

En el caso de la portada norte, ésta se remata mediante un frontón de carácter flamígero, formado por cuatro curvas convexas y enmarcado por ces fantásticas. En su interior, se ubica también el escudo del obispo Vargas de Carvajal. Remata el conjunto una hornacina con venera que alberga la imagen, en granito, del titular del templo.

La portada de los pies es la más avanzada y es precursora de los ejemplos más destacados de estilo clasicista del convento de San Vicente de Plasencia y las parroquias de Miajadas, Almaraz y Serrejón, entre otras, todas ellas ya del primer cuarto del siglo XVII.

Dicha portada está concebida a modo de arco de triunfo, con arco de medio punto moldurado, enmarcado por sendos pares de potentes columnas de orden compuesto, elevadas sobre un alto plinto y que sostienen una cornisa volada sobre la que se acopla un segundo cuerpo, semejante al inferior, aunque de tamaño mucho más reducido, en el que se repiten los plintos y se sustituyen las columnas pareadas por una columna y un candelabro, y la entrada en arco de medio punto, por un vano cuadrado enmarcado por las figuras, en hornacinas, de San Pedro y San Pablo.

Culmina el conjunto el escudo de Juan Ochoa de Salazar, obispo entre los años 1587 y 1594.

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