Denuncian la situación laboral de los funcionarios de prisiones

El sindicato de los empleados públicos de prisiones ACAIP convoca movilizaciones en el conjunto del Estado para denunciar su penosa situación laboral y alertan sobre el actual colapso del sistema penitenciario.

Los funcionarios de prisiones denuncian que la falta de planificación de los actuales gestores y la ausencia total de diálogo social con los representantes de los empleados abocan a la institución a una etapa de confrontación laboral.

Según manifiesta el presidente del Sindicato Acaip, José Luis Pascual: “la entrega de chorizos ante las representaciones del Gobierno Central en todas las provincias, persigue evidenciar la falta de honestidad, honradez  y compromiso con el mandato y trabajo que debería de estar cumpliendo el Secretario General de Instituciones Penitenciarias y todo el equipo de gestión, al frente de Prisiones”.

El colectivo, denuncia ser objeto de desprecio por parte del  Ministerio del interior, que tras haberse reunido con los representantes de sindicatos y asociaciones de policía y guardia civil ha ninguneado a los trabajadores de Instituciones penitenciarias.

Nuestras demandas no son atendidas, no hay comunicación con el actual Secretario General  al cual  hemos denunciado ante los Tribunales de Justicia. Exigimos cordura y seriedad para afrontar la problemática que vive el medio penitenciario. De momento la respuesta de la administración  la hemos obtenido en forma de sanción y persecución.

Denunciamos que en nuestro país durante la última legislatura se han producido 2.211 agresiones a funcionarios de prisiones, que necesitamos un incremento del número de plazas convocadas en la oferta de empleo público a fin de paliar un déficit de 3.500 vacantes de funcionarios y personal laboral que de haberse cubierto con una oferta extraordinaria hubiesen posibilitado la apertura  de 50 departamentos y módulos de prisiones que hasta la fecha permanecen cerrados  en el conjunto del territorio. 

Escasez de médicos, especialistas en enfermería, psicología  y un largo etcétera de profesionales es la tónica generalizada en los centros penitenciarios.

Privatizaciones intolerables y dilapidación del erario público en favor de contratas privadas contrastan con los recortes sistemáticos y la falta de reconocimiento económico para con las peculiaridades de los trabajadores penitenciarias.