El tiburón blanco viaja a Munich

El Real Madrid se juega este miércoles algo más que llegar a otra final de la Champions. El Madrid puede con este título, que se antoja complicado debido al rival, hacer de su terrible temporada, tanto en la competición doméstica como en la copa, algo positivo, y lo que es más importante para los madridistas, hacer que el año del Barça sea malo.

El rival de los merengues es un viejo conocido, el ya no tan todopoderoso Bayern de Munich, al que han ganado las dos últimas eliminatorias europeas. Un clásico europeo que a lo largo de la historia ha dejado multitud de momentos para el recuerdo.

¿Cómo olvidar la fractura de nariz de Roberto Martínez?, ¿o la aparición estelar de un Anelka que no marcaba ni en los futbolines?, ¿o el penalti de Ramos que atentó contra la estación espacial?, ¿o el doblete del propio Sergio en el Allianz que dejó a Neuer haciendo la estatua?

Con respecto a las cifras de goleadores en estos encuentros, adivinen quien lidera la tabla, en efecto, el de siempre, el hombre de los records, Cristiano Ronaldo. El luso lleva nada más y nada menos que nueve goles en seis partidos, superando a Giovane Élber en 5 goles, y eso que el brasileño jugó dos partidos más.

Y es que el infierno de Munich ya ni quema, solo vende humo. Desde el 0-4 que el Madrid de Ancelotti le endosó al Bayern de Guardiola, el conjunto blanco se ha convertido en dueño y señor del hades germano.

Para este partido el que fue en su día entrenador de los merengues, Jupp Heynckes, no contará con Arturo Vidal, y Alaba será duda hasta última hora. Dos ausencias que seguro relajan a un Zidane que tendrá a su disposición a prácticamente toda la plantilla.

En definitiva 180 minutos para soñar, para sufrir y sobre todo para disfrutar de lo que es y será siempre, el mejor partido que Europa puede ofrecer.