Twitter cierra sus oficinas ante el gran número de dimisiones de sus trabajadores

Cientos de empleados de Twitter han decidido dejar esta masiva red social ante un ultimátum recibido de su nuevo dueño, Elon Musk, por el cual los empleados debían trabajar “largas horas a alta intensidad” o irse.

Aproximadamente 3.000 empleados todavía siguen trabajando en la empresa, a pesar de que Musk ya ha despedido a más de la mitad del total de empleados -incluyendo altos cargos- y está cambiando la cultura de trabajo de la empresa a numerosas horas con un ritmo intenso.

Musk mencionó este jueves en Twitter que no le preocupan las dimisiones y que “las mejores personas se están quedando”, añadiendo que “acabamos de alcanzar otro máximo histórico en el uso de twitter”, sin dar más detalles.

Según uno de los empleados que ha dejado twitter pero que sigue en contacto con sus compañeros de trabajo, el billonario se reunió el pasado jueves con algunos empleados importantes con el objetivo de convencerlos de que se quedaran.

Más de 110 empleados de twitter repartidos a lo largo de al menos cuatro continentes han anunciado su decisión de dejar la empresa a través de twitter, aunque no se han podido verificar independientemente. Alrededor de 15 empleados, muchos de ellos del departamento de anuncios, publicaron su intención de quedarse en la compañía.

Una encuesta en la aplicación de trabajo Blind, que verifica a los empleados a través de sus direcciones de correo electrónico de trabajo y les permite compartir información de forma anónima, mostró que el 42 por ciento de los 180 encuestados optaron por "¡Tomando la opción de salida, soy libre!".

Las dimisiones incluyen a muchos ingenieros responsables de corregir errores y prevenir interrupciones del servicio, lo que plantea dudas sobre la estabilidad de la plataforma en medio de la pérdida de empleados.

El jueves por la noche, la versión de la aplicación de Twitter utilizada por los empleados comenzó a ralentizarse, según una fuente familiarizada con el asunto, que estimó que la versión pública de Twitter corría el riesgo de romperse durante la noche. "Si se rompe, no queda nadie para arreglar las cosas en muchas áreas", comentó esta persona, que se negó a ser identificada por temor a represalias.